En lugar de ser un maestro autoritario que impone su visión del mundo a sus estudiantes, un antimaestro es alguien que actúa como un guía o facilitador, ayudando a los estudiantes a encontrar su propia verdad y sabiduría interior. En este sentido, el papel del antimaestro es el de un provocador que cuestiona y desafía las ideas y creencias establecidas, con el objetivo de despertar la conciencia y la creatividad de los estudiantes.
Según Osho, la verdadera enseñanza no es la transmisión de conocimientos o la acumulación de información, sino la liberación de la conciencia de la persona para que pueda descubrir su propio camino y su propia verdad. De esta manera, el antimaestro no es un líder autoritario que busca controlar a sus estudiantes, sino alguien que confía en la capacidad de los demás para encontrar su propio camino y su propia verdad.
Para Osho, el enfoque antimaestro es una respuesta a la rigidez y la jerarquía en la educación tradicional y la religión organizada, que limitan la libertad y la creatividad del individuo. Al adoptar un enfoque más flexible y no dogmático, Osho creía que se podía fomentar el crecimiento y la evolución personal, así como el desarrollo de una conciencia colectiva más elevada.
